Vivimos en un mundo cada vez más agitado. En nuestros tiempos, muchas personas acuden a la meditación para liberar el estrés, aumentar su rendimiento físico y su estabilidad emocional. Otros, aunque deseen intentarlo, no se atreven a dar el paso debido al gran misterio que se genera en torno a esta práctica. Deepak Chopra, médico y conferencista hindú, explicó los mitos y realidades de este hermoso hábito, que recomiendo a todo el mundo, es una autentica medicina, a continuación los presento:
Mito 1: La meditación es difícil
Si te interesa practicar, ¡hazlo! No será complicado si cuentas con la ayuda de una persona experimentada. Como nos cuenta Chopra, una razón por la cual la meditación parece complicada, es que nos esforzamos demasiado en concentrarnos y dudamos si lo estamos haciendo bien. Deja los temores y busca ayuda de un especialista que te guíe en el proceso.
Mito 2: Tienes que dejar la mente en silencio
Mientras más intentes frenar tus pensamientos, más ideas saltarán a tu mente. Aunque no puedas controlarlas, sí es posible que decidas cuánto peso le das a cada una. La clave es tener un objeto de atención y concentrarse en él, ya sea la respiración, una imagen o un mantra que nos permita relajarnos.
Mito 3: Se necesitan años de práctica para poder recibir los beneficios de la meditación
Chopra indica que muchos estudios científicos explican que la meditación tiene efectos profundos en la fisiología mente-cuerpo en tan sólo unas semanas de práctica, así que no te dejes llevar por los mitos.
Mito 4: La meditación es escapismo
El objetivo de la meditación no es desconectarnos del mundo, sino conectarnos con nuestro verdadero yo. Lo importante es dejar de lado todas las historias que hemos creado acerca de quiénes somos y qué nos limita, para descubrir que nuestro ser más profundo no tiene límites.
Mito 5: No tengo suficiente tiempo para meditar
Siempre es posible dejar un lugar en la agenda para la meditación. Pocos minutos pueden ser suficientes para disminuir el estrés, reducir los efectos de los productos químicos que aceleran el proceso de envejecimiento que nos genera la sensación de que tenemos poco tiempo.
